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Mostrando entradas de septiembre, 2014
     Teresa Rojas de Vega Las madres se están muriendo Un día me di cuenta de que las mamás estaban muriendo. Supe que  doña Eulalia enfermó de neumonía y no se pudo recuperar, pocas semanas después fue la mamá de mi amiga, Patricia sufrió esa pérdida irreparable. Pasados algunos días me contaron que Marleny, mi antigua vecina, cayó al suelo presa de un infarto sepulturero.  Esto nunca había pasado, que tantas madres estuvieran muriendo.  Por aquellos días pensé en esa contagiosa pesadilla, mi madre estaba lejos de mí, pero yo sabía que era muy fuerte, esa extraña enfermedad no la podía tocar a ella.  Le hablaba frecuentemente por teléfono, le contaba mis pesares porque ella era de hierro y mis problemas se tornaban muy pequeños al recibir sus amorosos consejos. Cierto día que volvía del trabajo muy cansada, me acosté, añoraba a mi madre y entonces recordé cuando en casa vivía bajo su atención vigilante; siempre estaba ahí con el amor de las verdaderas madres, como las